Se acercan las fiestas y, seguramente, ya estés pensando qué harás para disfrutar de una Navidad saludable y no recuperar el peso que has perdido en los últimos meses o semanas o, incluso, para no ganar kilos de más. Puede que también tengas miedo a volver a encontrarte mal, a ir al baño con dificultad, a que se te vuelva a hinchar la barriga,a tener gases o sufrir aquel dolor de cabeza que te anula y no te deja hacer nada en dos días.

Te entiendo si piensas que será muy difícil sentarte en la mesa con la familia y amigos (si la Covid nos lo permite) y darte cuenta de que la mayoría de los platos que hay, además de tener una pinta espectacular, son poco saludables, no te van bien y seguramente tendrán consecuencias desfavorables para ti.

Ante esta situación, tienes varias opciones:

  • No escuchar a tu cuerpo y comer todo lo que teapetezca tanto como puedas, pensando que solo son unos días y que todo vale. Pero, ¡cuidado, no sea que te dé algo!
  • No pasarte de la raya y evitar comer aquellos alimentos poco saludables que haya en la mesa y sabes que no te convienen. ¡Ojo! Esto puede llevarte a sufrir ansiedad, frustración, impotencia e, incluso, a tener que escuchar comentarios nada empáticos de aquellos quienes te acompañan en la comida.
  • EQUILIBRIO, un punto intermedio, ni un extremo ni el otro. Evidentemente, es lo que te recomiendo y lo que hago yo desde hace muchos años. Y, no solo durante las fiestas de Navidad, sino en vacaciones y otros momentos especiales.

¿Quieres saber cómo disfrutar de unaNavidad saludable?

  1. Aunque las fiestas de Navidad duren unos 15 días (para algunos, está claro), las comidas de las principales celebraciones no son más que 5 o 6.
  2. Sigue tus rutinas alimentarias en tu día a día, desde hoy y hasta que acaben las fiestas. Ten en cuenta que ya desde finales de noviembre tenemos a disposición turrones, polvorones, panettones y mucho más.
  3. Espera al máximo para comprar estos dulces o, bien, escóndelos en un armario hasta el día 23 o 24 de diciembre.
  4. No compres de más. Solo lo que creas que consumirás en las celebraciones. Así evitarás tener en casa turrones en el mes de febrero.
  5. Disfruta las comidas familiares y prueba todo aquello que te apetezca o que añoras(siempre que no tengas alergia o intolerancia). Ahora bien, no hace falta que te comas en una sola comida todo lo que no has comido durante el año. Toma una cantidad moderada y evita todo aquello que no te apasiona y que para ti es fácilmente prescindible. No hace falta que lo pruebes todo, aunque algunos insistan.
  6. Compensa. Esta es una de las claves principales: si comes mucho, no cenes; si cenas mucho, no desayunes al día siguiente. Quiero decir que, entre las súper comidas o cenas de Navidad, intercales algunos ayunos de 15-16 horas, donde solo tomes agua sola o con limón, infusiones o caldos.
  7. Cada día, procura hacer un ayuno de 12 horas por las noches (entre la cena y el desayuno). Esto sería lo que deberíamos hacer todo el año.
  8. Ayuda a tus digestiones, tomando un poco de agua natural con unas gotas de limón y jengibre antes de las comidas. Mastica muy bien y come despacio. Y procura que siempre haya algún vegetal verde y amargo en la mesa (rúcula, canónigos, endibia, rábanos, germinados de rábano…) acompañando el resto de comida. Las hierbas aromáticas y especias en los platos, también te ayudarán.
  9. Sal a andar y a hacer deporte tantos días como te sea posible. Reserva las tardes para el momento sofá, tele y manta, pero muévete un rato cada día. Sal cuando haga buen tiempo y que te dé el aire y el sol.
  10. Modera el consumo de alcohol. Una cosa es disfrutar de una buena copa de vino y hacer un brindis con cava y otra es beberse una botella entera.
  11. Tema tabaco y otros, no hace falta que diga nada.
Por lo tanto, como siempre, la salud es cuestión de equilibrio y sentido común. Escucha tu cuerpo, disfruta de la magia de estos días y de la compañía de la familia, amigos y de ti mismo. La comida, a pesar de ser un protagonista importante de las fiestas de Navidad, no es lo principal.
Además de estas recomendaciones, te envío un fuerte abrazo.
¡Felices fiestas! ¡Que disfrutes de una Navidad saludable y feliz!